Introducción
Las pequeñas grandes cosas nos ofrece más de cien consejos para lograr la excelencia en el lugar de trabajo. Son lecciones y recomendaciones para ser más eficaces, responsables y profesionales. Nos habla de la importancia de la excelencia y de la resiliencia, de tener iniciativa, de aprender de los buenos jefes y clientes, del arte de lograr el cambio o de los principios en los que se sustenta la innovación. Es un libro imprescindible tanto para pequeños empresarios como altos directivos de multinacionales.
Tom Peters ha escrito un alegato en favor de los valores esenciales y una llamada a reflexionar sobre aquellas pequeñas grandes cosas sobre las que se sustenta el éxito de cualquier proyecto. En un momento de recesión e incertidumbre, sus sabios, lúcidos e ingeniosos consejos son más pertinentes que nunca.
Excelencia
Si no es la excelencia, ¿qué? Y si no es ahora, ¿cuándo?
Nos encanta la excelencia porque es glamorosa, estimulante… Inspira y cautiva. Es un buen motivo para levantarse de la cama. Es sana. Es un gran apoyo para muchos. Es excelente para la moral, incluso cuando peor lo pasamos. Y, sobre todo, a medio y largo plazo, entusiasma a los clientes, por lo que viene a ser muy rentable.
Logramos la excelencia si nos preocupamos más de lo que otros creen necesario; nos arriesgamos más de lo que otros creen seguro; soñamos más de lo que otros creen útil; esperamos más de lo que otros creen posible…
Cuando le preguntaron a Tom Watson, el legendario ejecutivo de IBM, cuánto tardó en lograr la excelencia, contestó: “Un minuto. La excelencia se logra en el instante en que uno se compromete consigo mismo a no volver a hacer jamás, conscientemente, nada que no sea excelente, a pesar de la presión de superiores o circunstancias”.
La excelencia no es una meta, es un estilo de vida y representa lo que somos.
La calidad se reconoce en cuanto se ve. La calidad se suele entender y evaluar de acuerdo con los criterios de Seis Sigma. Sin embargo, la calidad, igual que la excelencia, es mucho más que eso. Tanto la una como la otra la reconocemos en cuanto las vemos.
Podemos intentar cuantificar la calidad de todas las maneras posibles, pero no debemos olvidar que la calidad la determina, por encima de todo, ese algo misterioso, emocional, difícil de explicar y que está en el ojo del observador.
Armando Sánchez
Cuantas pepitas de oro y en un solo resumen :D
Javi Viteri
Tom Peters es sin duda un autor increíble, trasmite con claridad cada idea valiosa