Introducción
Imaginando al individuo: el talento en un mundo de marca personal
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“Menos de 1 de cada 10 norteamericanos trabajan ahora para una empresa Fortune 500”.
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“El primer empleador privado de EE. UU., por número de personas, ya no es GM ni AT&T. Es Manpower Inc., la megaempresa de trabajo temporal”.
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“Entre 16 y 25 millones de norteamericanos son freelancers o contratistas independientes. Hay tres millones de trabajadores temporales, entre ellos abogados temporales, ingenieros temporales, directores de proyectos temporales e incluso CEO temporales”.
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“Las microempresas, empresas que emplean a cuatro personas o menos, albergan entre 12 y 27 millones de norteamericanos”.
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El empleo de por vida ha terminado.
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El empleo estable en las grandes corporaciones ha desaparecido.
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La carrera promedio incluirá, probablemente, dos o tres “ocupaciones” y a una media docena o más de empleadores.
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La mayor parte de nosotros pasará periodos profesionales más o menos largos en alguna forma de autoempleo.
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Conclusión: dependemos de nosotros mismos.
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Piensa como emprendedor. El tema de la marca personal no quiere decir que dejes tu puesto de trabajo. Quiere decir que deberías reinventarte como CEO de Yo, S. A., que está en préstamo a tu empresa actual para la “próxima actuación” o “próximo trabajo”. No obstante, si tu empresa actual sigue teniendo grandes actuaciones, puede que permanezcas en ella hasta cinco o veinticinco años. Pero tu punto de mira ha de ser siempre el grado hasta el cual mejora tu valor de mercado, lo último que hiciste digno de contarse.
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Sé siempre un “rematador”. Si vas a dirigir una empresa, incluida una llamada Yo, S. A., necesitas comprender los pormenores de hacer dinero. Tienes que conocer los números y mantener la vista puesta en la hoja de balance y en la cuenta de pérdidas y ganancias del proyecto, aunque no tengas responsabilidades en tu “actuación” actual.
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Utiliza el marketing. Necesitas dominar mucho más que en el pasado el rompecabezas del marketing. El mundo de la marca personal significa tener que saltar de proyecto en proyecto y trabajar con desconocidos, principalmente. De manera que tendrás que venderte de nuevo en cada actuación, haciendo marketing de tu punto de vista, marketing de tu valía, marketing de Yo, S. A.
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Persigue la maestría. Ser competente en las capacitaciones básicas de la empresa, como marketing y networking, es esencial, pero no suficiente. Para sobrevivir la aniquilación del trabajo de cuello blanco, necesitas ser muy especial en algo de valor económico específico.
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Fomenta la ambigüedad. Tan importante como la capacidad de hacer una cosa extremadamente bien, es la de hacer una docena de cosas a la vez, y de cambiar el ritmo de la carrera sin una gota de sudor o una pizca de remordimiento.
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Ríete de los grandes fracasos. El lado dulce de una actitud de marca personal es un gran sentido del humor entendido como capacidad de reírte del fabuloso prototipo que se autodestruye, y ocuparte inmediatamente de la próxima representación. Aspirar y exigirse intentar casi todo es un requisito de la supervivencia, y una forma de excelencia nueva que está sin especificar todavía. En una época tan turbulenta como la actual, tendremos que enfrentarnos al fracaso con mucha más frecuencia y de manera mucho más embarazosa que nunca. Triunfarán las empresas que toleran o, incluso, celebran el fracaso y que animan a hacer una apuesta atrevida por la grandeza que chisporrotea o que cae envuelta en llamas.
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Confía en la tecnología. No necesitas ser un experto titulado en un software particular; ni necesitas ser capaz de programar. Pero debes apreciar instintivamente el hecho inequívoco de que Internet y todo lo que venga después pondrá boca abajo la empresa en un periodo de tiempo muy corto. Y, si esa perspectiva no te hace estremecer de alegría y anticipación, vas a emprender un viaje muy duro.
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Póstrate ante el joven. Cada equipo de proyecto debe incluir, al menos, una persona joven, alguien que esté por debajo de los 38 años, que no necesite reinventarse porque nació, se crió y se licenció genéticamente en la nueva economía.
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Alimenta tu red. A pesar de quienes dicen que la “lealtad ha muerto”, creo que la lealtad es más importante que nunca. Pero su eje ha girado 90º. La vieja “lealtad vertical” ha desaparecido: la nueva es una lealtad horizontal. Es la lealtad a una especialidad o a un sector: lo que importa es lo que piensan de tu trabajo tus compañeros, lo cual hace que sea muy importante desarrollar la “obsesión por la agenda”: debes formar y gestionar deliberadamente una red cada vez mayor de contactos profesionales en tu campo.
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Cultiva la pasión por la renovación. Hoy en día, una actitud pasiva en lo tocante al perfeccionamiento profesional hará que te vayas dejando pelos en la gatera, o que te quedes totalmente fuera de juego. Revolucionar tu cartera de habilidades, al menos cada seis años, si no más a menudo, es en la actualidad una necesidad de supervivencia básica.
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Biografía del autor
Tom Peters
Ficha técnica
Editorial: Pearson Prentice Hall
ISBN: 9788420546445
Temáticas: Habilidades directivas
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Javi Viteri
Me gusto mucho la manera diferente en que el autor plantea sus ideas, hablando en primera persona. El libro es el claro ejemplo de lo que define como Talento