Presentando al verdadero Warren Buffett
En su libro, O`Loughlin realiza un original estudio sobre el verdadero Warren Buffett (nacido el 30 de agosto de 1930 en Omaha, Nebraska) valiéndose de una interesante combinación de análisis biográfico, comercial y psicológico que nos ayuda a conocer la enigmática y fascinante personalidad de uno de los hombres de negocios más importantes del mundo.
Warren Buffett dirige a sus 112.000 empleados aplicando sus "principios especiales" que son el resultado de sus experiencias, fracasos y reflexiones a lo largo de 37 años de gestión al frente de Berkshire Hathaway. Gracias a ellos, ha logrado la transformación de una mediana empresa textil de Nueva Inglaterra hasta convertirla en uno de los consorcios de empresas más importantes del mundo.
Al frente de Berkshire Hathaway, como Director y CEO ha logrado hacer que el valor de la empresa en el mercado crezca a una tasa anual de más del 25%. Es como un niño que al nacer midiera 60 cm y todos los años creciera el 25 % de su tamaño: a los 37 años habría alcanzado la altura del Empire State Building de Nueva York.
Por el contrario, 10.000 dólares invertidos en 1965, en una cartera de acciones de empresas dentro del S&P500, hoy sólo valdrían 144.000 dólares. Si utilizamos de nuevo el ejemplo del niño, su estatura sería de 9 metros, frente al otro niño del tamaño del Empire State.
Cuando Buffett se hizo cargo de Berkshire Hathaway en 1965, la empresa concentraba sus operaciones en un solo sector comercial, la manufactura de textiles, y tenía unos ingresos de alrededor de 600 millones de dólares. Hoy en día ha diversificado sus intereses y estos abarcan desde pólizas de seguro hasta la manufactura de calzado, desde la fabricación de simuladores de vuelo hasta aspiradoras. En el 2002 tenía un valor contable de 60.000 millones de dólares y era la segunda corporación más grande de América, justo por detrás de Exxon-Mobil. El valor de mercado del capital emitido asciende a los 109.000 millones y le sitúan como la decimonovena empresa de los Estados Unidos y la vigésimo sexta del mundo. Las ganancias anuales ascienden a los 30.000 millones de dólares. Durante todo este tiempo, Buffett ha dirigido esta enorme empresa desde su pequeño despacho de Omaha, capital de Nebraska. Según él, para ello cuenta con la ayuda de 13,8 personas -13 empleados a tiempo completo y otro que trabaja cuatro días a la semana.
La primera vez que O`Loughlin concibió la idea de escribir un libro sobre Buffett fue en 1997. A medida que leía las cartas de Buffett dirigidas a los accionistas de Berkshire Hathaway y los excelentes libros que se han escrito sobre él, O`Loughlin se percató de que faltaba algo más por decir.
La evolución de Warren Buffett
Desde muy temprano en su niñez, ya Warren estaba fascinado con las inversiones. Cuando tenía once años realizó su primera compra de 3 acciones. A los catorce compró con sus ahorros unas 50 hectáreas de tierra. Posteriormente, intentó estudiar en las prestigiosas Escuelas de Negocios de la Universidad de Harvard y en Wharton, de la Universidad de Pensilvania, pero fue rechazado por ser muy joven.
A comienzos de la década de 1940, su padre es elegido Senador por Nebraska y toda la familia se traslada a vivir a Washington, D.C. En 1948, tras el retiro de su padre de la política, regresa con toda su familia a vivir a Omaha y se matricula en la Universidad de Nebraska.
Fue allí cuando a finales de los años 40 se produjo el acontecimiento que propició un vuelco en su vida, el descubrimiento de los escritos de Benjamin Graham. Buffett tenía 19 años cuando leyó por primera vez The Intelligent Investor (El Inversor Inteligente). En él, Graham expone el revolucionario concepto de dotar de disciplina matemática, que permita el estudio y análisis de la valoración de las acciones de una empresa en el mercado de valores. En esencia, Graham clasificaba el valor de las acciones en función de los activos de cada empresa, sin tener en cuenta su habilidad para crear y mantener valor a lo largo del tiempo. El libro tuvo un efecto profundo sobre Buffett, que se dedica a estudiar las tablas que contienen las fluctuaciones de las empresas en Bolsa, los aspectos técnicos, y los "pequeños trucos" y comienza a realizar sus propios cómputos de medición de los resultados en vez de atender al valor de las acciones.
Más tarde se traslada a la Universidad de Columbia en Nueva York y estudia análisis de inversiones bajo la dirección de Graham. Tras graduarse en 1951, regresa a Omaha a trabajar en el negocio de su padre, la firma de corredores de Bolsa Buffett & Falk, en donde obtiene la reputación de inversor astuto. De allí se vuelve a trasladar a Nueva York para trabajar en la firma de Graham.
El momento en que Buffett inicia su andadura profesional de la mano de Graham puede ser considerado como "la edad dorada de las inversiones". La "nueva ciencia" que Graham predicaba llegaba a unos mercados altamente ineficientes (con numerosas empresas infravaloradas), en donde había abundantes gangas, pero sólo para aquellos que supiesen identificarlas. El joven Warren lo hizo muy bien... En cinco años logró incrementar su fortuna personal y con el dinero obtenido pudo atraer a otros inversores y fundar Buffett Partnership en 1956.
Su idea inicial era incrementar el valor de la empresa a una tasa anual del 15%. Se marcó dos objetivos: en primer lugar, tenía que ser dueño y, a su vez, dirigir una empresa que fuese un negocio de alto rendimiento, una empresa que generase más beneficios que el coste de mantenerla en una posición competitiva. En segundo lugar, debía encontrar oportunidades para reinvertir los beneficios en otras actividades que generasen tasas más altas de rentabilidad y proseguir este ciclo de inversiones de manera que el flujo de dinero continuase.