Introducción
Tu imaginación desatada es el verdadero diseñador de tu futuro. El mundo está transformándose a tal velocidad que solo si piensas alocada y temerariamente podrás seguir el ritmo de lo que te espera.
Para progresar, si quieres hacerte con el control de tu futuro y darle forma, debes ampliar tu ambición, superar los límites y pensar en grande cada vez más. Si alejas los límites de tu vida al máximo y nunca dejas de ampliarlos, jamás te limitarás a ti mismo.
Como todo lo que podría cambiarte la vida, pensar en grande exige práctica. No obstante, la mayoría de la gente ha pasado años sin practicar ese hábito. A menudo, pensar en grande es sustituido por la manera estrecha de pensar que nos imponen las presiones de la vida cotidiana. Las personas fabrican sus propias jaulas, forjan barrotes férreos de dudas sobre sí mismas. El peligro de vivir así es que esto no es vida, sino mera supervivencia.
Pensar en grande no es un mero ejercicio esporádico, sino una forma de vivir. Los nueve hábitos para pensar en grande que te expongo a continuación son fáciles de usar. Con la práctica, podemos tenerlos siempre a mano. El proceso consiste en alterar consciente y deliberadamente tu actitud para alcanzar ese potencial único del que solo podrás disfrutar en esta vida.
1.- Nada, no flotes
Las ascidias inician su vida pareciéndose bastante a un renacuajo. Cuando salen del huevo, nadan por el océano en busca de nutrientes y de un lugar donde vivir. Mientras la ascidia se desplaza por el agua con el propósito de alimentarse y buscar una roca a la que fijarse, usa su cerebro. Cuando encuentra una piedra o un resto de naufragio idóneo, se adhiere a él. No volverá a moverse jamás. A partir de ese momento, la que dirige su vida no es ella misma. La ascidia es reactiva, no es una fuerza motivadora en su propia vida. No puede controlar su destino. Y como ya no tiene ninguna necesidad de su cerebro, se lo come.
En cambio, si tú optas por conservar tu cerebro, este gastará mucha energía; pero esa energía no es nada comparada con lo que es capaz de hacer: desarrolla gustos, intereses, placeres, aversiones, ambiciones y sueños, a pesar de los golpes que le propinen las presiones del mundo real.
No todos somos científicos estrella, hombres de negocios, artistas o cocineros renombrados, pero todos podemos alcanzar mayores alturas usando las herramientas de las que disponemos. Cada uno de nosotros lleva dentro un paradigma original del mundo, pero el punto de partida para que aflore lo que llevas en tu interior es modificar cómo decides pensar durante el día. Los lugares en los que centres el increíble potencial de tu mente marcarán el rumbo y la forma de tu vida.
Tu cerebro vibra con energía durante todo el día, y tu vida consiste en aquello que te hace vibrar. Por tanto, aplica un control consciente sobre lo que piensas durante todo el día. Elige no desperdiciar tu energía en cosas que no beneficien absolutamente a nadie. Pensar es una habilidad, no es la inteligencia en acción. Por ejemplo, ¿qué ocurre con tus deseos de cambio el primer día del año nuevo? Van disminuyendo porque la vida se entromete y entonces se activa el piloto automático. O bien tu mente digiere la vida y hace de ella lo mejor que puede ser, o se sienta inmóvil en el lecho marino y la vida digiere tu mente.
Rodrigo Monroy Valencia
"Progresas cuando el optimismo conquista al miedo", todos deberiamos practicar el hábito diario de pensar en grande.