El juego infinito

Resumen del libro

El juego infinito

Por: Simon Sinek

¿Sabes a qué estás jugando?
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¿Por qué he escrito este libro?

¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas empresas sobreviven mientras que otras se quedan por el camino? Mi experiencia me ha enseñado que todas las empresas que perduran en el tiempo son las que juegan al Juego Infinito.

Por el contrario, siempre que he visto una empresa caer es porque su líder ha jugado a otro tipo de juego, mucho más común en nuestros días, lo que yo denomino Juego Finito.

En el fondo, la diferencia entre un juego u otro es muy sencilla: la mentalidad que adopta su líder. Sin embargo, en la práctica resulta muy complicado tener una mentalidad infinita.

Los seres humanos damos prioridad a las ganancias rápidas, a corto plazo, frente a una recompensa mayor en el futuro. Cometemos el error de buscar soluciones inmediatas a cualquier problema que se interponga en nuestro camino, sin tener en cuenta las consecuencias futuras.

Lamentablemente, esta mentalidad se ha convertido en la norma general de muchas empresas, donde la prioridad es contentar a sus accionistas en lugar de satisfacer las necesidades de sus clientes; o los entornos laborales feroces en los que ningún trabajador está motivado. Los resultados de esta mentalidad pueden ser catastróficos.

Sin embargo, a lo largo de la historia humana, hemos visto las ventajas del pensamiento infinito. Los grandes avances en ciencia y medicina no se han conseguido de un día para otro. De hecho, han supuesto un gran esfuerzo y cientos de personas colaborando durante mucho tiempo para alcanzar un objetivo común. Jamás habríamos explorado el espacio con una mentalidad finita, tratando de buscar resultados en el corto plazo.

Los grandes planes requieren de líderes valientes que estén dispuestos a sacrificar el presente por un futuro mejor. Requieren de una visión clara y la ambición de cambiar el mundo. En definitiva, requieren de una mentalidad infinita.

He escrito este libro porque estoy convencido de que la única forma de conseguir algo mayor que nosotros mismos es jugando al Juego Infinito. Es decir, adoptando una mentalidad que nos permita mejorar nuestros intereses como personas, como empresas y como especie.

Juegos finitos e infinitos

Cuando juegas a cualquier deporte, como el fútbol o el baloncesto, estás jugando a un Juego Finito. Eso significa que hay muchas reglas que debes cumplir, un número determinado de jugadores y un objetivo que conseguir. Todos los futbolistas están de acuerdo en que el equipo que más goles marca al final del partido es el ganador, y todos los jugadores aceptan las sanciones que implica saltarse las reglas.

Al contrario de lo que piensan muchos líderes, los negocios no son un Juego Finito. No hay reglas exactas, más allá de las leyes de cada país. Tampoco hay un número de jugadores concreto, sino que varía con el paso del tiempo. Y, aunque muchos piensen que el objetivo de los negocios es ganar dinero, lo cierto es que cada líder establece sus propios objetivos. Por este motivo, en el Juego Infinito de los negocios es imposible ganar. Es una carrera que nunca termina. Si algún jugador abandona el juego por falta de recursos o de motivación, el juego sigue. Como la vida misma.

En los negocios no hay ganadores ni perdedores. Tan solo empresas que tratan de permanecer en el juego el mayor tiempo posible. No hay ningún manual ni objetivos establecidos de antemano. Por lo tanto, los líderes de cualquier negocio deben entender la diferencia entre los Juegos Finitos e Infinitos. 

Un líder de mentalidad finita piensa que la fortaleza de un negocio se basa en las ganancias a corto plazo. Sin embargo, los beneficios que puedas tener hoy, no tienen demasiada relevancia si no puedes enfrentar los desafíos del mañana. Por el contrario, los líderes de mentalidad infinita dedican su energía a que su negocio perdure en el tiempo durante varias generaciones.

Cuando los líderes están centrados en conseguir buenos resultados para contentar a los accionistas, acaban teniendo una visión de túnel en la que no son capaces de ver lo que es realmente importante para el negocio. Y como consecuencia, las empresas dejan de innovar para centrarse en lo que hoy funciona.

Microsoft es un buen ejemplo de esto último:

A principios de los 2000, Apple acababa de crear un nuevo mercado con el iPod, su famoso reproductor de música. Microsoft quería su parte del pastel, así que Steve Ballmer, el CEO de Microsoft en aquella época, decidió lanzar al mercado un dispositivo similar llamado Zune para robarle parte del mercado a Apple.

Sin embargo, era una copia idéntica que no aportaba nada nuevo al mercado, así que acabó siendo un completo desastre. La reputación de Microsoft se vio afectada mientras que Apple continuó innovando y creando nuevos productos que siguen siendo un éxito en la actualidad.

Como ves, los líderes de mentalidad finita juegan de forma reactiva, es decir, reaccionan a lo que ocurre en su entorno. Por el contrario, los jugadores de mentalidad infinita se anticipan a lo que va a suceder y trabajan en ello de forma proactiva. Estos últimos son quienes cambian el mundo.

Mantener una mentalidad infinita es muy duro; porque los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido. Nos sentimos más cómodos dentro de lo seguro. Pero el cambio es inevitable cuando se piensa en el largo plazo. Precisamente los negocios están sujetos a un ritmo de cambio vertiginoso en nuestros días.

Fíjate, quiero mostrarte un dato revelador: en 1950 la vida media de una empresa era de unos sesenta años. En la actualidad, menos de veinte.

¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué las empresas actuales sobreviven menos años que los antiguos negocios?

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Biografía del autor

Simon Sinek

Simon Sinek (Wimbledon, Inglaterra, 1973) es un autor y conferenciante especializado en liderazgo. Es conocido por desarrollar el concepto de Círculo de oro, que desarrolló en su primer libro La clave es el porqué (Península, 2013). En él afirma que la diferencia entre las empresas (y personas) que destacan por encima de la media reside en que han respondido a la pregunta del por qué hacen las cosas (su propósito más allá de ganar dinero). Según Sinek, el resto solo se preocupa por las cuestiones de qué hacen y cómo lo hacen (procesos).
En su segundo libro, Los líderes comen al final (Empresa Activa, 2015) profundiza en un nuevo concepto, el Círculo de seguridad, según el cual solo las empresas que sepan gestionar los peligros procedentes del interior de sus organizaciones serán capaces de hacer frente a los peligros externos que pueden hacerlas vulnerables.
Sinek dirige su propia empresa de consultoría, trabaja para el think-tank RAND Corporation, y es profesor de comunicación estratégica en la Universidad de Columbia.

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Comentarios

Simon es, sencillamente, alucinante. Un gran defensor de las HumanSkills frente a la obsoleta HumanSkills. Todo un referente.

El libro que me dio a Pensar mi Causa Justa y enderezar mis preferencias

A mi parecer, este libro nos da esa lección de "el dinero no es lo más importante", con una justificación clara y concisa a nuestros ideales estándar.

Este libro me ha aportado cierto cambio de mentalidad Coloco aquí una frase directamente tomada del resumen que pienso aplicar a mi vida "Vivir la vida con una mentalidad infinita significa pensar en efectos secundarios y terciarios de nuestras decisiones." Me doy cuenta de que muchas decisiones que estoy tomando lo hago con un pensamiento finito en el corto plazo, cuando en realidad debería estar con un "pensamiento infinito " Pensando en el largo plazo.