Introducción
Los medios de comunicación económicos nos hablan continuamente del ritmo trepidante del cambio, de las turbulencias cada vez mayores que provoca la tecnología y de la presión de una competencia global en constante aumento. Se nos advierte con insistencia de los peligros y del riesgo que entraña la conjunción de dichos factores. Las empresas y sus gestores son un terreno abonado para estas voces alarmistas, dado que son los que más aversión tienen al riesgo y, además, en su mayoría carecen de las herramientas adecuadas para evaluar bien su impacto.
Sin embargo, los tiempos de riesgo nos ofrecen posibilidades extraordinarias de invertir y generar grandes beneficios si sabemos cómo hay que comportarse ante ellos. Los autores del presente libro nos aseguran que es posible apostar por innovaciones generadoras de beneficios si aprendemos a evitar el riesgo que llevan implícito. Para ello, apoyándose en los avances más recientes del análisis financiero, nos presentan una estrategia de inversión flexible y fiable: la ingeniería de oportunidades.
La metodología de la ingeniería de oportunidades es sencilla y a la vez disciplinada, lo que la convierte en una herramienta de gestión muy efectiva para gerentes y directivos encargados de las finanzas.
Salir de la disyuntiva
Las razones por las cuales los directivos actuales no les sacan el jugo a las inversiones con riesgo alto tienen que ver principalmente con la falta de herramientas adecuadas para la evaluación del riesgo. Las metodologías habituales para el análisis de las inversiones de las que los directivos suelen echar mano fueron pensadas para tiempos más estables. Así, los cálculos del llamado “flujo de efectivo descontado” y del “valor neto actual” a menudo paralizan la capacidad decisoria de las empresas, en lugar de servir para evaluar el riesgo en su justa medida. Esta actitud suele pecar de demasiado prudente, pero todos los gestores aducen que es por el temor a que el riesgo de una inversión sea demasiado elevado y la situación “se les escape de las manos”.
En el análisis de toda inversión o idea de negocio con las herramientas financieras tradicionales comentadas subyace la esperanza de convertir ese proyecto en un activo que genere un rendimiento determinado. Si el resultado del análisis indica que no se pueden conseguir los beneficios deseados la inversión se descarta. Los analistas financieros solo se sienten cómodos con proyectos de inversión que tengan un riesgo bajo y, con ello, solo apuestan por el continuismo. Lo que ha funcionado siempre es probable que siga haciéndolo. Bajo esta perspectiva desconfían de cualquier “aventura”. Semejante actitud sólo consigue paralizar la experimentación y la innovación que han hecho triunfar a las empresas más grandes del planeta.
Frente a las mencionadas metodologías tradicionales tenemos la ingeniería de oportunidades cuyo concepto clave es hacer que el riesgo trabaje no en contra sino para nosotros. Esta metodología nos permite evaluar las oportunidades inciertas y encontrar la manera de seleccionar sólo aquellas cuyo potencial de generar beneficios es alto y cuyo riesgo es controlable. Gracias a ella podemos desprendernos del prejuicio contra el riesgo, ya que asumimos que las situaciones en las que la incertidumbre está presente también pueden generar oportunidades.
En la ingeniería de oportunidades el proceso de inversión cambia: en vez de estar atrapado en la disyuntiva de seguir o no seguir adelante con la totalidad de un proyecto éste último se puede dividir en fases (se “trocean”) y abandonarse si las primeras etapas no funcionan.
Gestionar el riesgo de un proyecto no es fácil. La clave está en tomar en cuenta aquellos indicadores tempranos que convierten la incertidumbre en algo conocible, de una manera rápida y económica, para de esa forma poder redireccionar o abandonar un proyecto con un mínimo de pérdidas. En otras palabras, si un riesgo nos lleva al fracaso lo que hay que hacer es fracasar rápido, con un coste mínimo y buscar en otro sitio las verdaderas oportunidades para obtener beneficios. Esta es la esencia de la metodología de la ingeniería de oportunidades.