Cómo hacer que te pasen cosas buenas
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Resumen del libro

Cómo hacer que te pasen cosas buenas

Por: Marian Rojas Estapé

Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida
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Introducción

En este resumen exploraremos cómo tomar el control de tu sistema para elegir la felicidad. Sí, elegir, porque descubrirás que la felicidad no es una meta ni una recompensa: es una elección.

En nuestra vida cotidiana solemos preguntarnos: ¿existe la buena suerte, o quizá no es tan aleatoria como parece? ¿Puede mi genética haberme vuelto infeliz? ¿Por qué hay quien sufre y se queja por cualquier situación y quien la afronta con la mejor de las emociones posible?

Fácil: porque hay quien ha aprendido a traer las cosas buenas a su vida y hay quien no. Porque hay quien conoce a los enemigos de la felicidad y los aleja, y también conoce a sus amigos cercanos y los acerca diariamente.

¿Cuáles son estos amigos y enemigos? En este resumen los descubriremos. Pero antes… Analicemos los factores que afectan a la felicidad.

¡Vamos a por ello!

Los jueces de la realidad

Vemos constantemente a personas que se enfrentan a las mismas situaciones de forma diferente. Para algunos, un atasco es parecido a un castigo divino; para otros, en cambio, es un premio para escuchar su música favorita durante más tiempo.

Esto quiere decir que la felicidad no se encuentra en el hecho en sí, sino en nuestra interpretación sobre ese hecho. En cómo nuestro cerebro analiza, valora y decide cómo debemos sentirlo.

¿Y qué factores influyen en esa interpretación?

 

Tu estado de ánimo

El estado de ánimo tiene una fuerza impresionante a la hora de interpretar acontecimientos. Esto se puede comprobar muy fácilmente.

Piensa en el día que te toca ir a la oficina después de que tu equipo de fútbol haya ganado. Vas con otra cara, afrontas las adversidades con más motivación. Quizá hasta mires a tu jefe con ojos menos críticos cuando se acerque a reprocharte.

Pero nuestro estado de ánimo no es algo que suceda por azar. Está definido a su vez por varios factores:

  • Circunstancias externas: la victoria de tu equipo, una discusión de pareja, la preocupación por no llegar a final de mes.

 

  • Personalidad: la estabilidad emocional de cada persona y todas las herramientas aprendidas que le ayuden a gestionarse.

 

  • Salud: tendrás mejor estado de ánimo si te sientes saludable (alimentación, ejercicio físico, etc) que si no, y más aún que si padeces cualquier enfermedad.

 

  • Bioquímica y genética: sabemos que cierta parte de la depresión y ansiedad se transmite en los genes. Si varios miembros de tu familia la han sufrido regularmente, puede que tú también seas más propenso. Así mismo, también influye en nuestro ánimo los estados hormonales, como sucede por ejemplo con el trastorno premenstrual o el puerperio en la mujer.

 

  • Sueño: tanto la cantidad como la calidad de tu descanso son vitales para afrontar todos tus desafíos diarios.

 

  • Consumo de drogas o alcohol: afectan seriamente a nuestra salud mental, ya que modifican la forma en la que percibimos y sentimos los estímulos. El consumo frecuente de estas sustancias (y no digamos ya la adicción) pueden alterar nuestra interpretación completa de la realidad.

 

  • Actitud: la predisposición con la que enfrentamos cada obstáculo, si decidimos ponernos en lo mejor o en lo peor, o si lo vemos como algo desmoralizador o retador. Al ser una decisión, siempre podemos trabajar y mejorar en ello.

 

Todos estos factores definen nuestro estado de ánimo para afrontar la situación, pero hay dos elementos más vitales para entender nuestra forma de sentir y actuar en el presente.

 

Tus creencias

Tu sistema de creencias está basado en tus ideas prefijadas sobre la forma de ver la vida o el mundo que te rodea y lo que piensas de ti mismo.

Por ejemplo, si desde pequeño te han (o te has) repetido que eres tímido y no se te da bien interactuar con la gente, crecerás con esa creencia sin hacer nada para cambiarlo, porque simplemente es algo que “es así”.

No debemos olvidar que nuestras creencias solo son opiniones. Lo que pensemos de nosotros, de la riqueza o del amor no son elementos inamovibles, sino que podemos cambiarlos y conformar nuestra propia forma de pensar. Solo es necesario que nos hagamos conscientes de las creencias que nos están dominando.

Esto es importante porque las creencias son el primer lugar al que acudimos cuando aparece un estímulo. Cuando nuestra pareja no nos contesta un mensaje, quizá acudamos a nuestro almacén de recuerdos y decidamos que está pensando indudablemente en abandonarnos, lo que puede dañar seriamente nuestra estabilidad emocional y capacidad de lograr nuestros objetivos a largo plazo.

 

Tu foco de atención

Piensa en una pareja que acaba de tener su primer bebé. De repente, todo lo que ven son parejas con carritos de bebé por su barrio.

¿Qué ha pasado? ¿Acaso ha habido un boom de natalidad instantáneo? Claro que no. Lo que pasa es que su cerebro está más sensible a esa información que antes.

Sucede igual cuando te compras un coche rojo y solo ves coches rojos. Pero vayamos un paso más lejos, porque no solo pasa con objetos o situaciones materiales.

Piensa en esa persona a la que parece que a diario le pasan cosas interesantes. ¿Por qué? Pues porque su cerebro, de todos los estímulos a su alrededor, pone el foco de atención en los potencialmente interesantes y esos son a los que se acercan.

¿Por qué cuando tenemos un mal día parece que todo lo que nos sucede es negativo? Porque de todos los estímulos nos quedamos con los malos, lo que nos va creando un bucle de negatividad del que es muy difícil salir.

El foco de atención es vital para controlar tu presente y tu futuro. Porque “atraemos lo que somos”, pero si queremos atraer lo que deseamos, primero hay que decidir qué es lo que queremos ser.

¿Quieres tener tu propia empresa? Piensa cada mañana en ello, y verás como tu foco de atención comienza a captar de repente más ideas para posibles negocios. Se sensibilizará a esa información, lo que hará que sea más probable que encuentres una buena idea que puedas desarrollar hasta convertir en tu negocio.

Ahora ya sabes qué es lo que determina que vivas y sientas la realidad como lo estás haciendo. Ya incluso podrías tocar algunas teclas para modificarla a tu gusto, controlando tu foco, tus creencias y los factores que determinan el ánimo con el que lo afrontes.

Pero profundicemos aún más en nuestra mente. ¿Por qué durante nuestra vida no hemos sido capaces de ser felices? ¿Qué factores nos han obstaculizado, y si no los cuidamos, podrían seguir haciéndolo?

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Biografía del autor

Marian Rojas Estapé

Marian Rojas Estapé, nacida en Madrid en 1983, es una destacada psiquiatra y escritora española. Graduada en Medicina, se especializó en Psiquiatría, dedicándose a temas como la gestión emocional y la felicidad. Autora del bestseller *Cómo hacer que te pasen cosas buenas*, combina su práctica clínica con conferencias y divulgación científica sobre bienestar mental y desarrollo personal.

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