Introducción
Desde que se fundó Canva en 2012, ha conseguido que en menos de siete años se utilice por más de 30 millones de usuarios (1), más de medio millón de empresas y más de 90 000 escuelas. En 2020 fue valorada en 6000 millones de dólares, casi el doble que en 2019, levantando más de 300 millones de dólares desde sus inicios (2).
Pero ¿cómo ha conseguido esta compañía australiana convertirse en uno de los unicornios emergentes más exitosos de la historia de las start-up? ¿Cómo ha conseguido crecer y darse a conocer tan rápido? ¿Cuál ha sido y sigue siendo su secreto?
Historia de la empresa
Melanie Perkins y Cliff Obrecht fundaron Canva en 2012. Sí que es cierto que el desarrollo de la plataforma comenzó cuando Melanie estaba en la universidad en Perth en 2008, y en aquella época enseñaba programas de diseño a tiempo parcial para ganar algo de dinero. En ese momento fue cuando descubrió que las herramientas de diseño que ella estaba enseñando eran muy torpes y difíciles de usar. No entendía por qué todas eran programas de escritorio y encontraba que era absurdo lo que se tardaba en usarlas.
Facebook estaba despegando en ese momento, la gente podía entrar y usarlo tan fácilmente y, sin embargo, las herramientas de diseño tomaban años de entrenamiento para aprender. Entonces fue cuando Melanie se dio cuenta de que quería hacer un software de diseño simple, en línea y colaborativo. Sin embargo, en esa época ella contaba con muy poca experiencia en negocios, marketing y desarrollo de software, así que no le pareció lógico enfrentarse a algunas de las compañías más grandes del mundo.
Así que en lugar de eso decidió aplicar este concepto a los anuarios escolares y dejar que los estudiantes y profesores de Australia diseñaran e imprimieran fácilmente los suyos propios. Parecía que había una gran necesidad, su madre era profesora y siempre había sido responsable del anuario de su escuela, que le llevaba cientos de horas. A menudo el coordinador del anuario es un profesor que intenta supervisar un proyecto importante mientras sigue enseñando a tiempo completo, y sin experiencia previa en diseño. La enorme necesidad de una mejor solución era obvia.
Su novio, Cliff, se convirtió en su socio y el salón de su madre se convirtió en su oficina. Obtuvieron un préstamo para desarrollar su primera versión de software. Fueron a todas las empresas de desarrollo de software de Perth y se reunieron con ellos. La mayoría de la gente les dijo que sería imposible o que costaría una cantidad astronómica. Aun así, encontraron una compañía llamada Indepth (ahora llamada Cirrena), dirigida por Greg Mitchell.
Con ellos desarrollaron una zona de cuadrícula de arrastrar y soltar, que en Internet Explorer 6 era increíblemente difícil. Estuvieron dibujando cuadros detallados de lo que quería crear, y así fue como Fusion Books, su primera pieza de software, cobró vida.
En aquellos días, tanto Cliff como ella estudiaban a tiempo completo y trabajaban un par de días a tiempo parcial para conseguir algo de dinero. Trabajaban en Fusion Books cuando podían, por la mañana, por la tarde y los fines de semana.
Su primer cliente les encontró a través de la web en marzo de 2008, lo que fue increíblemente emocionante para ellos, ya que no tenían ni idea sobre SEO. Les pidió algo más de 200 anuarios para su escuela.
El dinero que ganaban de sus trabajos a tiempo parcial era para financiar su presupuesto de marketing. Experimentaron con campañas de correo directo a escuelas de toda Australia. Sus familias los ayudaron a doblar cada carta, rellenar cada sobre y pegar y lamer los sellos postales. Todo era muy manual, pero aprendieron sobre cómo manejar y hacer crecer un negocio, desarrollando software y marketing. Y lo que es más importante, aprendieron los fundamentos de cómo crear un producto que proporcione suficiente valor para que la gente se sienta satisfecha pagándolo.
Probaban de todo para encontrar a más clientes. Al final, descubrieron que llamar a las escuelas y enviarles un anuario de muestra resultó ser la forma más efectiva de generar contactos. Continuaron haciendo esto cada año, pero cada año redesarrollaban completamente su software desde cero, a medida que la tecnología disponible mejoraba y encontraban mejores formas de simplificar y mejorar la interfaz de Fusion Books.
Todo este desarrollo hizo que tuvieran que invertir todo el capital del que disponían. La concesión de fiscal de I+D del Gobierno fue absolutamente esencial. El NAB (National Australia Bank) también les proporcionó un préstamo bancario de 20 000 dólares para pequeñas empresas. Sin ambas ayudas se habrían quedado sin dinero en esos primeros días.
La compañía se convirtió en un éxito inmediato en las escuelas australianas. Con el tiempo, Fusion Books se convirtió en la mayor editorial de anuarios de Australia y se expandió a Francia y Nueva Zelanda.
Sin embargo, en 2010 un acontecimiento fortuito ocurrió después de unos años de construir Fusion. Habían entrado en un concurso en Perth llamado El Inventor del Año, quedando subcampeones. Al año siguiente los invitaron de nuevo a asistir a los premios y, después del evento, tuvieron una rápida charla con Bill Tai, un inversor que estaba hablando en el evento y que había volado desde Silicon Valley para ver si estaría interesado en invertir en la transformación de Fusion Books, lo que hoy conocemos como Canva. A su vez Bill Tai les presentó a Lars Rasmussen en Facebook (exdirector de Google). Bill Tai les comentó que, si no encontraban un socio tecnológico previamente aprobado por Lars, él no iba a invertir.
Mientras conocían a la mayor cantidad posible de inversores potenciales, Lars les presentó a Cameron Adams, un diseñador y desarrollador web de clase mundial. Fue el diseñador del equipo de Google Wave, es cofundador de fluent.io y es el hombre de themaninblue.com.
En 2012 Cameron acabó convirtiéndose en su tercer cofundador y tuvieron el comienzo de ese «equipo tecnológico» que necesitaban. Finalmente consiguieron crear el primer lanzamiento de los que conocemos como Canva. Fue una etapa muy larga, pero ese lanzamiento respondió a casi todas las difíciles preguntas de los inversores. Finalmente Bill Tai decidió invertir 100 000 dólares, pero eso todavía no era suficiente financiación para construir el futuro de Canva. Así que continuaron explicando su visión a todos los inversores que pudieron en Silicon Valley, pero su visa expiró y tuvieron que volver a Australia.
Finalmente, en 2013 cerraron una ronda de financiación de 1,6 millones de dólares con algunos grandes inversores como Bill y Lars, pero también algunos fondos de capital riesgo como Matrix Partners, InterWest Partners y Blackbird Ventures. A su vez realizaron una solicitud para una subvención con el Departamento de Innovación y consiguieron otros 1,4 millones de dólares. Así que disponían de tres millones de dólares para empezar a construir el futuro Canva.
Perkins, Obrecht y Adams lanzaron la primera versión de Canva en 2013, que básicamente se trataba de una sencilla herramienta de diseño de «arrastrar y soltar» con el apoyo de una biblioteca de más de un millón de fotografías y gráficos.
La plataforma abrió sus puertas unos meses más tarde, en agosto de 2013. Operando en un modelo freemium, la compañía fue capaz de adquirir usuarios a un ritmo rápido. Más de 50 000 usuarios se inscribieron en el primer mes. Para 2014, los entonces 600 000 usuarios ya habían creado más de 3,5 millones de diseños.
Financiación, valoración y ventas
Canva ha recaudado algo más de 300 millones de dólares en doce rondas de financiación de fondos de capital de riesgo. En su última ronda de financiación, realizada en junio de 2020, Canva fue valorada en 6000 millones de dólares, casi el doble que en 2019 (3200 millones de dólares). Esto los convierte en una de las startup más valoradas de Australia. Entre los inversores notables de la compañía se incluyen Bonos, General Catalyst, Sequoia Capital, Felicis Ventures, Blackbird Ventures y muchos más (1).
En cuanto a sus ventas, no se han publicado oficialmente, pero para el año fiscal 2019 se estiman en 291 millones de dólares, siendo la mayoría gracias a las suscripciones mensuales de Canva Pro (2).
(1)* https://www.crunchbase.com/
(2)* https://www.afr.com/
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Biografía del autor
Alejandro Martínez
Alejandro es redactor para Leader Summaries desde finales de 2020.
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas en Universidad Ramón LLull, cursando el último curso en Fairfield University, Estados Unidos. Habla catalán-castellano bilingüe e inglés proficiency. Mientras trabajó como Auditor se sacó un Máster en Auditoría y contabilidad financiera en el IDEC (Pompeu Fabra).
Su primera experiencia profesional fue como Auditor en PwC donde se responsabilizaba de la revisión y realización de estados financieros, análisis de los procesos operativos y de control interno, detección de riesgos contables, así como la formación y desarrollo del equipo. Entre sus principales clientes estaban Nike, Swarovski, The Eat Out Group, Wrigley (Mars) y Johnson Controls.
En el año 2017 se incorporó como Consultor en Michael Page, especializado en la selección de todo tipo de perfiles en el área financiera. Durante esta etapa de dos años, logró llegar a ser Consultor Senior y a gestionar con éxito más de 25 procesos de selección de finanzas de diversos sectores.
Actualmente trabaja en Wyser como Manager, con el objetivo de ofrecer un servicio de calidad orientado a la satisfacción del cliente en lo que se refiere a la captación, búsqueda y selección de directivos y mandos intermedios
Daniel Pérez
Genial! Me ha proporcionado ideas para probar en marketing.
Jefferson Espinoza
Muy interesante, un caso que muestra lo realmente importante que es la experiencia de usuario.
Alejandro Martínez
Muy buen caso para entender la estrategia de crecimiento centrada en SEO y marketing de contenidos :)