Ideas peligrosas | negocios rentables

Resumen del libro

Ideas peligrosas | negocios rentables

Por: Alf Rehn

Cuando el pensamiento provocador se convierte en el activo más valioso para las empresas
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Introducción

 

Cuando una empresa no es líder en el mercado, raramente tiene recursos para enfrentarse a las empresas ya existentes en su sector. En la carrera competitiva, algunos siempre se quedarán rezagados a la hora de desarrollar mejores productos. Esto suele conducir a la apatía, a tener una mentalidad de perdedor, al declive y a la muerte de la empresa. En dicha situación, los llamamientos ingenuos a la innovación y la creatividad no parecen ser muy útiles: ¿qué sentido tiene desarrollar una idea brillante, si sabemos que terminará siendo aprovechada por la competencia?
Las empresas que desafían la manera en la que actuamos y pensamos han sabido ir, todas ellas, siempre un paso más allá que las demás. Esto no es lo mismo que la creatividad, sino algo mucho más radical.
Pero ¿cómo pueden descubrirse estas oportunidades para realizar cambios radicales? Este libro trata de cómo nacen las ideas peligrosas y de lo duro que puede llegar a ser pensar peligrosamente. En general, el libro se desarrolla en una serie de pasos que van desde el pensamiento cómodo al pensamiento peligroso. Todos los pasos son importantes a su manera, aunque, como veremos a continuación, deberíamos adaptarlos a nuestro propio contexto.

 

El pensamiento cómodo

La creatividad es la fuerza motriz de las grandes corporaciones actuales, constituye una parte esencial de las economías modernas y resulta crítica para lograr la excelencia individual.
Es un fenómeno muy diferente de eso tan educado y pueril que suele presentarse en la mayoría de los libros sobre creatividad. La verdadera creatividad no es algo servil y neutral, sino algo descaradamente impropio, frecuentemente peligroso y, aún más a menudo, incómodo. La mayoría de las personas que intentan vender la creatividad parece que lo ven como un tipo de jazz: bonito de escuchar, con frecuencia un poco sorprendente, pero rara vez chocante. Pero la creatividad es, más bien, como ese tipo de música que saca de sus casillas a los adultos cuando los niños la escuchan: punk, death metal o gangsta rap. Es diferente, radical y frecuentemente ofensiva. La creatividad no está hecha de cosas bonitas y buenos sentimientos. Es algo sucio, cruel y salvaje que permite cambiar las cosas de verdad.
Pero la persona verdaderamente creativa no es necesariamente aquella que tiene las mejores ideas o las más salvajes. Tampoco son las soluciones más novedosas o más avanzadas las que definen la creatividad. En su lugar, lo que es característico de los individuos realmente creativos es la capacidad de no permitirse a sí mismos quedarse atrapados en una definición concreta de la creatividad. La siguiente anécdota lo ilustra muy bien.
Durante mucho tiempo, la NASA estuvo pensando en cómo crear el bolígrafo espacial perfecto, uno que pudiese escribir con gravedad cero. Numerosas personas realmente inteligentes propusieron ideas imaginativas y se destinaron millones de dólares al proyecto. Cuando finalmente crearon un bolígrafo que funcionaba en el espacio, la NASA pensó que sería una buena idea compartirlo y permitir al programa espacial soviético utilizar este “producto innovador de alta calidad”. Las sonrisas que mostraban orgullo se convirtieron en caras de póquer cuando los soviéticos confesaron que habían tenido el mismo problema y que, inmediatamente, sustituyeron los bolígrafos por lápices. Era una solución simple, funcional, tradicional, que ya había sido desarrollada y probada. Al atreverse a “ignorar la creatividad” entendida de manera convencional, el enfoque de los soviéticos resultó ser más creativo que toda la tarea de investigación y desarrollo de producto llevada a cabo por la NASA.
Ejemplos como este nos dicen que necesitamos nuevos modos de aproximarnos a la creatividad, ya que los métodos de siempre son pobres, poco efectivos y todo el mundo los repite. Lo más importante ahora es no caer en la trampa de desarrollar exactamente el mismo tipo de pensamiento creativo que los demás, sino explorar caminos alternativos y menos obvios. Pensar de forma diferente es una cuestión de explorar aquellos pensamientos que nos resultan difíciles de formular, impropios y menos elegantes; aquellos que ni siquiera parecen encajar en la situación y en el debate con los que nos enfrentamos.
Desarrollar una manera de pensar más creativa no consiste solamente en poner al día un talento oculto; sino que se trata, de hecho, de luchar contra las tendencias profundamente arraigadas de nuestro pensamiento, incluso yendo en contra de nuestra propia estructura mental.

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Biografía del autor

Alf Rehn

Alf Rehn es director de la cátedra de Dirección y Organización de Empresas en la Abo Akademi University (Finlandia) y fue anteriormente profesor de Innovación y Espíritu Emprendedor en el Royal Institute of Technology (Suecia). Sus investigaciones han estado orientadas a temas tan variados como la creatividad, la alta cocina, la gestión de proyectos, la cultura popular, la filosofía, el aburrimiento, la innovación o la lujuria.
Además, es un conferenciante muy popular y trabaja como consultor en las áreas de la creatividad, la innovación, la estrategia y el comportamiento de los consumidores, tras haber trabajado para la alta dirección de muchas grandes corporaciones y otras organizaciones.

Ficha técnica

Editorial: Pearson

ISBN: 9788483228739

Temáticas: Innovación Innovación, desarrollo y cambio

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